Vivía en el bosque una loba muy feroz que se dedicaba a cazar cachorros de todas las especies. Decía que le gustaban más los cachorros porque su carne era más delicada y tenía mejor gusto que la de los adultos. Todos sus vecinos del bosque estaban aterrorizados, pues la loba no atendía a las súplicas ni los llantos de los padres cuando ésta les arrebataba sus cachorros para comérselos.
-Vosotros veréis lo que preferís. O me como a vuestros cachorros u os como a vosotros. Más valdría que estuvierais agradecidos por perdonaros la vida – les decía la loba entre poderosos aullidos.
Un buen día, la loba dio a luz a una camada de cachorros. Le llenaba de felicidad contemplar como correteaban y jugaban entre sí. Se sentía la loba más feliz y afortunada del mundo. Pero toda su felicidad se vio frustrada cuando una noche llegaron unos cazadores y, aprovechando que la loba estaba distraída, se llevaron a todos sus cachorros.
La loba, consumida por la tristeza y la desesperación, acudía a las casas de sus vecinos en busca de ayuda y consuelo; pero éstos no le hicieron el menor caso debido a las grandes tropelías que había cometido la loba en el pasado.
Moraleja: Procura no hacerle mal a nadie, porque cualquier día te puede pasar a ti.
Me encanta estoy muy feliz