En ciudad cerditos se preparaba una exposición de pintura, e invitaron a los cerditos más creativos de cada escuela.
Jack era un cerdito a quien le gustaba pintar, pero era muy torpe para todo, siempre se burlaban de él cuando intentaba hacer algo.
Por eso cuando su maestra preguntó ¿quién quería participar? él a pesar de que quería hacerlo, no se atrevió a levantar la mano.
Al final del día llegó a su casa muy triste, se fue a su habitación, tomó sus materiales de pintura y comenzó a hacer trazos de diferentes colores.
Cuando terminó de pintar, miró su obra y pensó:
“Me gustaría ser como otros que todo lo que hacen, lo hacen bien, pero soy tan torpe”
Tomó su pintura y se fue al comedor, ahí su hermanita había dejado los dibujos que había hecho para la exposición, ella sí se animó a participar.
Jack estaba distraído mirando cuando sintió que su hermana regresaba.
-¿Qué haces? -dijo su hermana en tono alto- vas a dañar mis dibujos ¡vete de aquí!
Jack asustado escondió su dibujo en medio de los de su hermana para no ser descubierto y respondió bajándose de la silla para retirarse del lugar.
-Solo miraba tus dibujos, están muy bonitos.
Dijo esto y salió triste del comedor, dirigiéndose de nuevo a su cuarto.
El día de la exposición su hermana apurada tomó los dibujos y salió a toda carrera, al llegar entregó su trabajo para que fuera colocado, escogerían el mejor dibujo, que ganaría un buen premio.
La hermana de Jack al ver sus dibujos notó que uno de ellos no había sido hecho por ella, pero no dijo nada.
Al escoger el ganador, todos emocionados esperaban los resultados, anunciaron como ganador el dibujo que ella no había hecho.
Todos felices aplaudían, mientras Jack no podía creer que el dibujo ganador, era el suyo que escondió en los de su hermana.
Se sintió arrepentido de no atreverse a participar, ahora su hermana estaba siendo aplaudida por el trabajo que él había hecho.
Moraleja: Por mucho miedo que sientas, nunca abandones tus sueños.