En un frondoso bosque en el que varias especies compartían hogar, había un hormiguero en el que las pequeñas hormigas se disponían a reunir comida para el invierno. Mientras eso sucedía, dos juguetones conejos pasaban por los alrededores: iban y venían corriendo hasta que uno de ellos pasó sobre el hormiguero destruyendo parte de él. Al darse cuenta de lo que había hecho, el conejo volvió a donde las hormigas y les dijo:
—Lo siento mucho, la próxima vez tendré más cuidado.
—Si de verdad lo sientes, ayúdanos a reparar el daño; aún tenemos mucho trabajo —replicaron las hormigas y el conejo accedió.
Días después, el conejo volvió a pasar corriendo por las cercanías, pero esta vez porque era perseguido por un depredador de la zona. Cuando las hormigas se dieron cuenta de esto, decidieron ayudar al conejo como éste lo había hecho previamente; todas ellas treparon en el puma que la seguía dejándole ronchas en todo el cuerpo, por lo que el animal tuvo que retirarse a sanar sus picaduras.
Moraleja: procura reparar tus errores y no dejar enemigos en el camino
Son muy buenos
Pero no entiendo