No sé si exista otro animal como yo en la faz de la tierra o en el cielo. Con todas las habilidades, dones y talentos que tengo. Puedo hacer tantas cosas… Tengo el agua a mi alcance si deseo nadar; pero también tengo alas si quiero volar. ¡Qué maravilla! Puedo hacer lo que se me antoja, y solo eso me importa. Estas, fueron las palabras de un pato presumido, conversando cerca al río.
Una serpiente astuta, lo escuchaba con frescura. No dudando en llamarlo, silbó con mucha premura. Enseguida el pato caminó hacia la pequeña criatura. No sabía lo que diría aquel reptil con absoluta cordura, sin risas ni mentira alguna.
Te diré algo fundamental, de tu expresión al hablar. No digas palabras demás que después te puedan ahogar. Posees esos dotes, que no te has preocupado en desarrollar. Con solo contemplar, nada bueno vas a sacar. No vuelas como sacre, no andas como dama. No pidas que te valoren, si no cultivas una habilidad o te esmeras con verdaderas ganas.
Moraleja: Es mejor hacer algo bien, que muchas cosas mal pretendiendo presumir a la vez.
Muy buena moraleja,hoy los hombre,y en especial docentes relucen los títulos que la buena enseñanza.
Si es sierto
no sabes explicar
Cierto
no es cierto
es muy pero muy cierto
Pinche pato hablador